agosto 24, 2010

LA CALIDAD DE VIDA EN EL MUNDO: Los resultados medianos de América Latina


La Revista Newsweek publicó la semana pasada un importante artículo con resultados sobre calidad de vida en el mundo, incorporando algunos indicadores importantes como educación, salud, y dinamismo económico. El grupo latinoamericano tiene resultados variables, en general negativos, que se sintetizan a continuación. El número indicado es el lugar que cada país ocupa en el mundo (sobre 100), siendo los números pequeños, los de mejor standard, y los números más grandes, lo de resultados más deficientes.

La pregunta básica era la siguiente: "If you were born today, which country would provide you the very best opportunity to live a healthy, safe, reasonably prosperous, and upwardly mobile life?"

Veamos los datos a continuación (100 países considerados):


Ranking : Ranking General entre todos los países del mundo
Edu: Educación
Cal V: Calidad de vida
D Econ: Dinamismo económico


PAIS          Ranking    Edu   Salud    CalV    D Econ

CHILE                  30            51         26             47              24
CTA RICA             35            54         29             44              70

PANAMA              41            43         34             67              51
PERU                   42            38         34             64              50
URUGUAY            44            58         34             43              84
MEXICO                45            69         34             54              60

ARGENTINA          46           80          34            52              75
JAMAICA              47           63          52            62              59
BRASIL                 48           78          52            68              46
CUBA                   50           20          29            32              72
DOMINICANA         55           60          61            65              67

COLOMBIA            62           67          42             81              63
ECUADOR             70           56          52             69             100
VENEZUELA          71           48          42             61              99
BOLIVIA                77           45          81             77              94


Sobresalen en la información los siguientes asuntos: 

 
1) Los datos positivos de Chile y Costa Rica, los dos únicos países latinoamericanos que se encuentran entre los 35 mejor clasificados del mundo. De hecho, este informe confirma que Chile tiene los mejores indicadores latinoamericanos en general, y es el país más cercano a llegar a indicadores como país desarrollado en los próximos años. Los acuerdos políticos y económicos existentes en el país parecen haber dado resultados.
2) Los datos deficientes de Colombia, Ecuador y Venezuela. Ocupan los lugares 60, 70 y 71 respectivamente en el mundo.
3) La existencia de un grupo intermedio en el cual encontramos a México, Argentina y Brasil.

4) Es importante apreciar el progreso de Panamá y Perú en los últimos años. Han ascendido puestos representativos frente a estadísticas de hace una década. En Panamá, quizás por la estabilidad y las inversiones; en Perú, por la continuidad de políticas económicas atractivas durante más de una década.

5) Cuba sigue representando, los mejores indicadores en educación (el lugar No. 20 en el mundo). Es curioso que los resultados de Colombia, Brasil, México y Argentina sean muy deficientes (lugares 67, 78, 69 y 80). Ello es significativo, porque quiere decir que su posición de países intermedios en el continente, registra una disminución importante de sus indicadores de educación. Hay aquí una fuente de alarma.

6) Un hecho nuevo, son los resultados positivos en educación en Perú, Panamá y Bolivia (lugares 38, 43 y 45 respectivamente en el mundo). Muestra la existencia de posibles esfuerzos importantes en esta dirección.
7) En salud, los mejores resultados son los de Chile, Costa Rica y Cuba. Por su parte, República Dominicana sigue teniendo indicadores deficientes en esta materia.

8) En calidad de vida, Chile, Cuba y Costa Rica, encabezan los resultados. Son los únicos países latinoamericanos entre los 50 primeros. Sorprende el bajo indicador de Colombia (el país 81 en este tema, siendo el más bajo de los países latinoamericanos considerados).

9) En dinamismo económico, Chile es el único país latinoamericano ubicado entre los 30 primeros del mundo. Le siguen Brasil, Perú y Panamá.

10) Los indicadores en este aspecto son muy bajos para Venezuela y Ecuador (han ahuyentado la inversión extranjera). También son bajos los resultados del Uruguay, Argentina y Cuba.

Esas son las cifras del Newsweek Magazine. Sería necesario cotejarlas con las del Banco Mundial, las de  la CEPAL, y las del Foro de Economía Mundial,  para extraer de allí las consecuencias que sean del caso. Asunto a seguir, sin duda.

El link del artículo de Newsweek es el siguiente:

agosto 22, 2010

COLOMBIA-VENEZUELA: ES POSIBLE LA COOPERACION?


Publicado en Portafolio y en Portafolio.com. El 13 de Agosto de 2010 (Sección: Opinion:Análisis)
Lo que está en juego es la posibilidad de proyectos nacionales respetuosos de las diferencias, y que no impliquen injerencias inapropiadas directas o indirectas en los otros socios.Ha sido muy grata la reactivación, pese a las dificultades, de la relación con Venezuela. En relación con ella quisiera comentar algunos aspectos poco mencionados hasta ahora por los medios:

Ante todo, y además de diferencias de estilo, existe una cuestión de fondo que pone en evidencia lo que será la tendencia general de la política exterior colombiana del presidente Santos. La administración Uribe tenía una visión 'hobbesiana'de las relaciones internacionales: un mundo en el cual cada país lucha con los otros por la supervivencia o la hegemonía, y con escenarios persistentes de conflicto, a la manera del pensamiento predominante en Estados Unidos durante la era Bush (hijo). La seguridad, y más en concreto, la defensa, ocupaba el primer lugar en las preocupaciones gubernamentales, mientras que todos los demás temas estaban subordinados a la que se consideraba la intranquilidad suprema.

En cambio, para Santos, en parte debido a los avances durante el Gobierno anterior, la seguridad ocupa un lugar similar al de la profundización de la democracia y el equilibrio entre las ramas del poder público, la producción, el comercio y las inversiones; también pareciera que temas como el empleo y el impulso a la demanda y la concertación (política social y laboral) van a ser elementos centrales. En ese sentido, el nuevo Presidente estaría más inspirado por Rousseau o Smith y Ricardo, con una diferencia fundamental, consistente en que el desarrollo pareciera tender hacia un modelo productivo de creación de ventajas comparativas basadas en mayor valor agregado. Ello puede sintetizarse como: 'Colombia productor y exportador de manufacturas, y no sólo de commodities'. Las primeras implican una ganancia mucho mayor en el competitivo escenario global, y no hay que olvidar que el boom de las materias primas tenderá a ser menos determinante en el mediano plazo. En ese sentido, una Colombia con reglas democráticas claras, pero más semejante a Corea del Sur, los países del Asia Pacífico, o quizás a Chile, constituye un camino posible, pero a condición de incrementar la capacidad de innovación y de ubicar nichos de mercado en el mundo desarrollado y el de los países con mercados intermedios; y para ello es necesario atender tres frentes:

El primero, tener mercados para nuestros productos en los países con capacidad de compra y expansión de sus economías en el corto y mediano plazo. En este sentido, Venezuela en particular, y los países suramericanos en general, ofrecen posibilidades ya probadas de activación comercial. Antes de olvidarse la importancia crucial de la diplomacia en los dos países, el mercado venezolano representaba hasta 6 mil millones de dólares y cientos de miles de empleos en Colombia. Hemos descendido a 1.700 millones en promedio. Solucionar el asunto de los pagos pendientes, situación debida a las retenciones oficiales de divisas para los importadores venezolanos de productos colombianos, era y es fundamental. Por lo anterior, es explicable que el tema ocupe el primer lugar entre los cinco asuntos centrales tratados por los dos Presidentes.

Segundo, a partir de la tercera semana de abril de 2011, la normativa andina de libre comercio no regirá más para Venezuela, con lo cual todo nuestro comercio bilateral quedará expósito, sometido solamente a las normas muy genéricas de la OMC. No habiendo sido Venezuela admitida aún plenamente en el Mercosur, tampoco le son aplicables los Acuerdos de Complementación entre la CAN y dicho organismo (ACEs 59 y 60). Quedan pues 8 meses para negociar y poner en vigencia un acuerdo en esta materia. Este no fue posible entre los países andinos y Venezuela, así que lo procedente es sin duda un acuerdo binacional. No tiene sentido hablar de un posible Acuerdo de LibreComercio binacional, dado que esta denominación es rechazada de plano por el Gobierno venezolano. En consecuencia, los textos presidenciales hablan sabiamente de un acuerdo de complementación económica. Al final, quizás se parezca más a los acuerdos que se firmaban en la década de los ochenta, con pocos capítulos referidos a inversiones, flujos de capital o compras del Estado; o tal vez esté centrado en los temas de bienes y servicios, con algunas especificaciones sobre protección a inversiones a nivel binacional. Pero se trata de un asunto que no da espera. Está en juego la salud económica y social en Colombia, y el bienestar de la población en Venezuela.

Tercero, excelente también que se hayan puesto de nuevo sobre la mesa los temas sustanciosos de la infraestructura. La futura conexión fluvial departamento del Meta-Venezuela es una cara de la moneda del comercio estratégico en dirección a los grandes mercados del Pacífico, vía Buenaventura. Es este el mayor proyecto estratégico reciente del cual se habla en el norte de Suramérica. Proyectos de esta naturaleza pueden hacer cambiar la perspectiva de nuestras relaciones binacionales, tal como sucedió entre Francia y Alemania, las dos locomotoras de la construcción de la Unión Europea.

Finalmente, algunos analistas y políticos han comenzado a sugerir un esfuerzo para impulsar el regreso de Venezuela a la Comunidad Andina. El asunto no es fácil, máxime porque en la CAN existen dos visiones muy distintas sobre la política, la economía y la construcción de las sociedades: la de Colombia y Perú por un lado, y la de Ecuador y Bolivia por el otro. Es cierto que la tardanza previsible (por lo menos un par de años o más) del Congreso paraguayo en aprobar el ingreso de Venezuela a Mercosur hará que su participación en dicho grupo sea por ahora muy limitada. Pero de allí no puede colegirse automáticamente que el Gobierno Chávez tenga interés en regresar a la CAN. Valdría la pena intentar su vinculación como miembro asociado, tal y como lo son en este momento Chile y cada uno de los países de Mercosur. Sin embargo, un movimiento en esta dirección tendría que ser muy cuidadoso, y debería evaluar la integralidad de la agenda y el interés o la conveniencia o no del asunto para todos los países implicados.

En cuanto a los temas de seguridad, son sin duda sustanciales. Se rata aquí de fijar medidas, pasos y agendas precisas avanzando sobre los compromisos asumidos ahora por el gobierno venezolano. Obviamente, estos no pueden limitarse a las palabras. Lo que está en juego es la posibilidad de proyectos nacionales respetuosos de las diferencias, y que no impliquen injerencias inapropiadas directas o indirectas en los otros socios. Si se cumple esta expectativa, los acuerdos de esta semana podrían ser sostenibles en el tiempo.
DIEGO CARDONA C. Universidad del Norte y Miembro de la Red Colombiana de Relaciones Internacionales, Redintercol.

CHINA ES YA LA SEGUNDA ECONOMIA DEL MUNDO



El New York Times, en su edición del 16 de Agosto, ha publicado una extraordinaria noticia: China parece haberse convertido a partir del segundo trimestre del 2010, en la segunda economía del mundo en términos absolutos (no en términos de bienestar, por supuesto). Los datos son importantes: Tendría ahora un promedio de 5.32 trillones de dolls de producto anual, un poco mas de Japón, que tendría 5.12. Le seguiría Alemania.
Los datos son muy importantes, pero aún así, vale decir que son sus 14 trillones anuales, Estados Unidos tiene una economía casi equiparable a la de sus tres competidores juntos: China, Japón y Alemania. Este hecho es de suma importancia para el análisis de la economía mundial, pero ante todo lo es para las perspectivas de inserción, vistas desde América Latina. No olvidemos sin embargo, que como bien lo dice el artículo del NYT, los precios actuales y en el próximo futuro de los "commodities", dependen en gran medida del estado de la demanda China. Y aunque el artículo no lo diga, de India y en general del Asia sudoriental. Veamos a continuacióin lo sustancial del artículo citado:

China Passes Japan as Second-Largest Economy
SHANGHAI — After three decades of spectacular growth, China passed Japan in the second quarter to become the world’s second-largest economy behind the United States, according to government figures released early Monday.
The milestone, though anticipated for some time, is the most striking evidence yet that China’s ascendance is for real and that the rest of the world will have to reckon with a new economic superpower.

The recognition came early Monday, when Tokyo said that Japan’s economy was valued at about $1.28 trillion in the second quarter, slightly below China’s $1.33 trillion. Experts say unseating Japan — and in recent years passing Germany, France and Great Britain — underscores China’s growing clout and bolsters forecasts that China will pass the United States as the world’s biggest economy as early as 2030. America’s gross domestic product was about $14 trillion in 2009 (3.5 trillion per quarter).
For Japan, whose economy has been stagnating for more than a decade, the figures reflect a decline in economic and political power. While Japan’s economy is mature and its population quickly aging, China is in the throes of urbanization and is far from developed, analysts say, meaning it has a much lower standard of living, as well as a lot more room to grow. Just five years ago, China’s gross domestic product was about $2.3 trillion, about half of Japan’s.

This country has roughly the same land mass as the United States, but it is burdened with a fifth of the world’s population and insufficient resources. Its per capita income is more on a par with those of impoverished nations like Algeria, El Salvador and Albania — which, along with China, are close to $3,600 — than that of the United States, where it is about $46,000.

Yet there is little disputing that under the direction of the Communist Party, China has begun to reshape the way the global economy functions by virtue of its growing dominance of trade, its huge hoard of foreign exchange reserves and United States government debt and its voracious appetite for oil, coal, iron ore and other natural resources. China is already a major driver of global growth. The country’s leaders have grown more confident on the international stage and have begun to assert greater influence in Asia, Africa and Latin America, with things like special trade agreements and multibillion dollar resource deals. And while the United States and the European Union are struggling to grow in the wake of the worst economic crisis in decades, China has continued to climb up the economic league tables by investing heavily in infrastructure and backing a $586 billion stimulus plan.
This year, although growth has begun to moderate a bit, China’s economy is forecast to expand about 10 percent — continuing a remarkable three-decade streak of double-digit growth. “This is just the beginning,” said Wang Tao, an economist at UBS in Beijing. “China is still a developing country. So it has a lot of room to grow. And China has the biggest impact on commodity prices — in Russia, India, Australia and Latin America.”
China is also locked in a fierce debate over its currency policy, with the United States, European Union and others accusing Beijing of keeping the Chinese currency, the renminbi, artificially low to bolster exports — leading to huge trade surpluses for China but major bilateral trade deficits for the United States and the European Union. China says that its currency is not substantially undervalued and that it is moving ahead with currency reform.
Regardless, China’s rapid growth suggests that it will continue to compete fiercely with the United States and Europe for natural resources but also offer big opportunities for companies eager to tap its market. Although its economy is still only one-third the size of the American economy, China passed the United States last year to become the world’s largest market for passenger vehicles. China also passed Germany last year to become the world’s biggest exporter, and it is already the primary determiner of the price of virtually every major commodity.
Global companies like Caterpillar, General Electric, General Motors and Siemens — as well as scores of others — are making a more aggressive push into China, in some cases moving research and development centers there. Some analysts, though, say that while China is eager to assert itself as a financial and economic power — and to push its state companies to “go global” — it is reluctant to play a greater role in the debate over climate change or how to slow the growth of greenhouse gases. China passed the United States in 2006 to become the world’s largest emitter of greenhouse gases, which scientists link to global warming.

agosto 18, 2010

EL G-20, LA IMPORTANCIA DE UN FORO MUNDIAL


La reunión de Junio de 2010 del gran Foro mundial fué más importante de lo que algunos suponen. Los pesimistas esperarían que cada una de estas grandes reuniones internacionales solucionen por sí mismas, los grandes problemas mundiales. Sabemos que eso no es posible y que se trata de hitos en el curso de largos procesos. Veamos los avances y temas pendientes de la más reciente reunión del Montreal.

Diego Cardona C
Publicado originalmente en la revista digital "Razón Pública".

Hace varias semanas, el 26 y 27 de Junio, tuvo lugar en Toronto, Canadá, la Cuarta Cumbre del G-20. Es esta, con mucho, la más importante Reunión Cumbre (es decir, de Jefes de Estado) transcurrida en lo que va corrido del presente año. En primer lugar es necesario saber quiénes son los Miembros del G-20. En general, son parte del mismo, los países más industrializados del mundo y algunas de las más importantes potencias medias del planeta.
La distribución geográfica es amplia, lo cual le da mayor fuerza aún: En efecto, pertenecen al G-20 los tres países de América del Norte (EEUU, Canadá y México), cinco actores europeos (Unión Europea como tal, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia), una potencia Eurasiática (Rusia), cinco países asiáticos (China, India, Corea, Turquía, Arabia Saudita, Indonesia), tres latinoamericanos (Brasil, Argentina, y México ya nombrado), dos de Oceanía (Australia y Nueva Zelanda) y un africano (Sudáfrica). Trátese de temas económicos o políticos, la importancia del Foro no puede ser soslayada en el mundo contemporáneo.
Tres asuntos importantes debemos tener en cuenta en relación con el G-20:

El peso del Grupo de los 20
En primer lugar, el hecho de que el mismo represente aproximadamente el 75% del peso económico mundial. Inicialmente se trató de un foro sólamente deliberante, pero ha ido evolucionando gradualmente hacia acuerdos programáticos de la mayor importancia. Su énfasis ha sido el financiero y el económico en general, y es hoy día el Foro más importante para el análisis de la crisis global y los mecanismos internacionales que garantizar una salida de la misma. Es tal el peso del Grupo, que a sus reuniones Cumbres asisten como Invitados más relevantes, las cabezas de la ONU, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, y la Organización Mundial de Comercio.
Grupo económico? O político?El G-20 se creó realmente en 1999 (hace solo una década), como una manera de intentar afrontar los efectos negativos de la crisis económica que se desató en Asia sudoriental en 1997, pero que terminó afectando al resto del mundo, por lo menos hasta 2002. En sus inicios, fue concebido como un Foro de los Ministros de Economía, y los gobernadores de los Bancos Centrales. Es decir, con un propósito más bien de carácter técnico a alto nivel. Sin embargo, desde 2008 ha comenzado a efectuar reuniones Cumbres, es decir de Jefes de Estado y de Gobierno. Es ingenuo pensar que los Jefes de Estado de los países más importantes del mundo puedan reunirse para hablar solo de temas financieros o económicos en sentido amplio. Es inevitable que cada vez más, los referentes políticos aparezcan en las actuales y las futuras reuniones del Grupo. A fin de cuentas, pareciera que por la vía del G-20 se quiere concentrar algunas de las discusiones sobre el mundo del futuro, para hacerlas más operativas y efectivas. No es la democracia amplia aunque imperfecta de la Asamblea General de Naciones Unidas, eso es claro. También es cierto que aglutina solo a representantes de los Estados, con exclusión de otros actores internacionales, pero se trata de un grupo con gran capacidad de decisión.
La asimetría entre países desarrollados y países en desarrolloEs necesario tener en cuenta que dentro del grupo existe una importante asimetría. Sus reuniones cumbres, son precedidas en la medida de lo posible por reuniones del G-8 (EEUU, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Canadá, Rusia). El complejo problema del G-8 es la ausencia de China. Pero por el momento, las reuniones previas del G-8 implican debates y consensos previos a las reuniones del G-20, tanto en lo económico como en lo político. No existe, lamentablemente, por parte de los países en desarrollo que forman parte del Foro de los 20, un mecanismo semejante de concertación previa que permita un cierto equilibrio en el gran foro.
En la práctica, los grandes acuerdos del G8 tienen así un peso enorme en los debates y los documentos posteriores del G-20. Es cierto que existe nominalmente un grupo multilateral para trabajar los temas financieros y económicos generales por parte de los países en desarrollo (el llamado G-24, en el cual hay 7 países latinoamericanos (Brasil, México, Argentina, Colombia, Venezuela, Perú, Guatemala); pero desafortunadamente este grupo se ha limitado a reuniones técnicas (ministeriales y de otros funcionarios), sin el peso político que sería necesario para jugar como actor importante en el escenario mundial.
Los resultados de la Cumbre de TorontoAnte todo, es necesario examinar los antecedentes y el marco general de la Reunión Cumbre: El año 2008 trajo consigo el inicio de la fuerte crisis en los Estados Unidos, seguida de graves dificultades económicas en Europa, y de repercusiones variables aunque negativas en el resto del mundo. Es así como por iniciativa Europea, se efectuó la Cumbre de Washington en Noviembre de 2008, la cual produjo un resultado importante:
Los países tratarían de evitar el proteccionismo nacionalista, se implementarían medidas por parte de cada país para paliar la crisis, y se efectuarían reuniones subsiguientes de seguimiento e implementación. Se estaba consciente del hecho de que la crisis era la más fuerte desde 1929, y que produjo la mayor declinación del comercio en 70 años. Un año más tarde, en Pittsburgh, y dada la amplitud mundial de la crisis, se decidió incorporar a los países en desarrollo más importantes en los consensos, y se comenzó a desplazar el debate económico, del G-8 al G-20.
Fue en la reunión de Pittsburgh en la cual se mostró que existía un acuerdo para propiciar un marco general que pudiera ser propicio para el crecimiento balanceado y sostenible.

El tema central de la Cumbre
La Cumbre del G-20 en Toronto, tuvo como tema central, la preocupación por cómo afrontar la crisis económica global. Frente al asunto, los Jefes de Estado y de Gobierno, insistieron en que la recuperación es aún frágil, por lo cual se requiere un trabajo arduo, tratando de no disminuir los estímulos existentes. En especial, resaltaron que deben crearse condiciones para una demanda robusta. Los estímulos pueden tener. Obviamente, un componente neo-keynesiano. A ello, han añadido consideraciones sobre las condiciones que deben darse en los próximos meses: En la parte financiera y empresarial, la necesidad de una reforma y fortalecimiento de los sistemas financieros, y que el crecimiento sea global, y tienda a ser sostenible y balanceado.

El crecimiento se concibe vinculado al crecimiento global, y no solo al de unos pocos países, lo cual tiene importancia indudable en los análisis que sobre el sector industrial y financiero se puedan efectuar desde el mundo en desarrollo. Se mencionan como tareas importantes, el propiciar el incremento del ahorro nacional, el mantenimiento de las economías abiertas, y la ampliación de la competitividad exportadora. Sin embargo, se reconoce, asunto de la mayor importancia, que el crecimiento sostenible (hablan de “crecimiento” y no de “desarrollo”) debe basarse en los próximos años, más en las fuentes domésticas que en la demanda externa.
Y en el componente laboral, se insiste en la necesidad de la creación y crecimiento de una oferta de trabajo de calidad, reafirmando también la importancia de tres tareas fundamentales: a) Profundizar las estrategias acordadas por la Organización Internacional del Trabajo, con la OCDE; b) Recoger las conclusiones de la reunión de Ministros de Trabajo en Abril de 2010; c) Tener como propósito básico, el “crecimiento del trabajo y la protección social de los trabajadores”.
El gran reto: Cómo estimular la demanda con reducción del gasto fiscalEl desafío más importante que ha surgido de la Cumbre del G-20 en Toronto, es el siguiente: Los países no pudieron ponerse de acuerdo en un fondo de estabilización financiado con la tasación a las transacciones financieras, tal como lo solicitaban EEUU y algunos de los países Europeos (en especial Francia). Tampoco existen aún acuerdos concretos en materia de cuáles serían las regulaciones apropiadas frente al sector financiero, y qué intensidad tendrían algunas medidas eventuales.
Pero parece existir un acuerdo para reducir el déficit fiscal a la mitad en cada país de aquí a 2013, y una reducción también de la deuda en relación con el PIB. Es cierto que dichas reducciones, no se dan en números absolutos sino proporcionales; pero ello implica que existen tres alternativas: o se reducen los gastos, o se paga la deuda, o se incrementa el PIB. Una reducción de gasto fiscal en abstracto, provocaría problemas sociales muy complejos en EEUU, Europa y Japón, a más de los países de mayor desarrollo relativo del mundo no industrializado; ello sin contar con el impacto desastroso en los países de menores ingresos. Un pago de la buena parte de la deuda solo sería posible con un incremento muy grande de los ingresos y de las reservas nacionales, lo cual no procede en tiempos de crisis.
A lo que aspiran los miembros del G-20 es al parecer, a un incremento de la producción, el comercio y el consumo, con lo cual se produciría un incremento importante del PIB. Si los datos de referencia son los de 2009, ello sería posible en parte, pero constituye una apuesta fuerte y optimista. La realidad para 2013 podría ser diferencial, según los países que se analicen. Por otra parte, dada la crisis, el costo social podría ser también diferencial por estratos socio-económicos, con lo cual un incremento del PIB no necesariamente se expresaría en un mejor reparto interno.
La necesidad de las metas socialesPor lo anterior, la reunión de Toronto ha insistido en que debe otorgarse la mayor importancia a algunos de los temas sociales y relacionados, entre los cuales se citan:
1) Lograr las metas del Milenio de NNUU para 2015: Como se ha dicho, un avance en esta dirección en tiempos de prosperidad mundial, sería lento. El asunto será más complejo en tiempos de crisis, lo cual puede requerir medidas especiales en cada país. No es que los recursos mundiales lo impidan; es que las políticas deben ser afinadas para tomar en consideración estas metas que representan parte de los más nobles ideales de la dignidad humana.

2) Consideración especial para los “Países menos adelantados”: Este ítem requeriría un impulso a la cooperación para el desarrollo. En tiempos de crisis, la presión interna en cada país, será hacia atender a sus propios ciudadanos, y a “desviar” hacia adentro, recursos que en otras condiciones hubieran podido fluir “hacia afuera”.
3) Mayor responsabilidad en las explotaciones petroleras, y atención a los proyectos energéticos: El incidente del pozo en el Golfo de México, parece estar impactando la conciencia ambiental en los EEUU, lo cual puede producir algunos cambios de posición en el futuro próximo, aunque ellos serán seguramente muy puntuales.

4) Importancia del desarrollo (por crecimiento de la demanda): Se decidió establecer un Grupo de Trabajo sobre el Desarrollo con tareas concretas: promoción del desarrollo económico, agenda del desarrollo, y planes de acción multi-anuales. Este tema es de la mayor importancia: Representa el primer reconocimiento, a nivel global, de que la salida de la crisis, si se quiere que sea sostenible, requiere no solo algún grado de regulación, sino una política de activación de la demanda. En ese sentido, es un reconocimiento formal a las limitaciones del neoliberalismo de los noventa, y sobre la necesidad de implementar medidas cercanas al neo-keynesianismo. No significa este grupo de trabajo, sin embargo, una vuelta al Estado benefactor: se trataría más bien de una especie de promoción neo-keynesiana de las iniciativas individuales.

Vino viejo? Vino nuevo?
La Cumbre del G-20 en Toronto, nos ha traído, pues, algunos elementos nuevos y otros tradicionales. Entre los primeros, tenemos la presencia de los temas sociales por la vía de la necesaria activación de la demanda, y la necesidad mencionada de un marco regulatorio sólido con fuertes medidas y standares de transparencia; también, la necesidad de supervisión efectiva del mundo financiero (aunque se no se especifica el cómo ni el quién); todo ello, sin olvidar la necesidad de trabajar hacia la búsqueda de soluciones de mediano y largo plazo por la vía de las Instituciones Sistémicas (ruptura interesante con la vieja idea de que el mercado se regulaba por si solo). También es simbólico el llamado a la cancelación de la deuda de Haití, comenzando por la efectuada por el FMI, y un llamado a provisiones para la reconstrucción del país; de paso es el único caso citado en la Declaración Final.

En cuanto a los temas tradicionales, se reforzó la importancia del FMI el cual según la Declaración de Toronto, tendría hoy una fuerte legitimidad, credibilidad y efectividad. Por otra parte, las iniciativas sobre seguridad alimentaria se limitan al impulso a la innovación para el sector privado. Se insistió también en la importancia de la continuación de negociaciones de la Ronda Doha, en la próxima reunión de Seul, si bién nada se dice sobre los subsidios a la producción en el mundo desarrollado, por ejemplo. Finalmente, asunto importante se insistió en que “la corrupción afecta la integridad de los mercados, la competencia leal, distorsiona la localización de los recursos, destruye la confianza pública y mina el rol de la ley”. Por ello, la Declaración hace un llamado a que todos los miembros del G-20 ratifiquen la Convención Mundial de NNUU contra la corrupción.

En resumen, fue la de Toronto una reunión de los países más importantes del mundo. El Grupo de los 20 va adquiriendo importancia no solo económica sino política. Es notable el reconocimiento de la necesidad de regulaciones y transparencia en las transacciones financieras internacionales, y el hecho de que se reconozca de manera expresa que la reactivación sostenible solo es posible con una activación fuerte de la demanda, lo cual implica por supuesto capacidad de compra. No se pretende la vuelta al Estado de bienestar, pues se quiere reducir drásticamente los déficit fiscales, pero parece estar atrás la vieja idea de que los mercados se regulan por si solos. Será necesario estar atentos a los desarrollos de la Cumbre de Seul en Noviembre del presente año. El G-20 será dirigido por Francia en el 2011, y por México en el 2012. Para un país como Colombia, será necesario efectuar las gestiones diplomáticas de rigor, a fin de hacerse invitar a las reuniones futuras, tal como sucedió en la de Toronto. Las posibilidades de presencia y de “lobby” en estos foros son formidables para cualquier país en desarrollo. Esta tarea, va de la mano con el acercamiento necesario a la OCDE, cuyos vasos comunicantes con el G-20 son evidentes.

Glosario:
G-8: Compuesto por siete de los países más industrializados del mundo, más Rusia. Solo China está ausente entre sus miembros importantes.
G-20: El G-8, más buena parte de las llamadas potencias medianas, y la Unión Europea como tal. Por distribución geográfica:
a) Americanos: EEUU, Canadá, México, Brasil.
b) Europeos: Rusia, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Unión Europea como tal.
c) Asiáticos: China, Japón, India, Corea, Indonesia, Arabia Saudita y Turquía.
d) Por África: Sudáfrica.
e) De Oceanía: Australia y Nueva Zelanda.
G-24: Agrupación de países en desarrollo. De carácter técnico, dedicado a temas financieros:
a) Americanos: Brasil, México, Argentina, Colombia, Venezuela, Perú, Guatemala, Trinidad-Tobago.
b) Asiáticos: China, India, Pakistán, Filipinas, Sri Lanka.
c) Del Medio Oriente: Egipto, Irán, Argelia, Siria, Líbano.
d) Africanos: Sudáfrica, Nigeria, Costa de Marfil, Ghana, Congo, Gabón, Etiopía
OCDE: Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo. Agrupa a 31 países entre los cuales se encuentran aproximadamente 15 entre los más desarrollados del mundo. Solo México y Chile pertenecen por América Latina. El ingreso a la Organización constituye una de las prioridades de política exterior de la próxima administración colombiana. La OCDE es presidida actualmente por el exCanciller mexicano Angel Gurría.
 
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